Al observar el desarrollo de la humanidad, desde el hombre prehistórico hasta el actual – “tecnológico”-, podemos ver que con el tiempo se crearon e inventaron objetos, máquinas y técnicas que permitieron y posibilitaron que la vida dejara de considerar la supervivencia como único objetivo. Y en paralelo a esta evolución, han surgido las técnicas, metodologías y sistemas de gestión necesarios para apoyar, optimizar y reducir el coste de las operaciones en un escenario cada vez más globalizado y competitivo. Lo interesante de este análisis es que ya en 1970 Alvin Toffler estudiaba un modelo de gestión que uniera personas y sistemas, que hiciera más flexibles y ágiles los procesos de las organizaciones, acuñando así el término adhocracia. Después de 52 años el término sigue siendo actual, sin embargo, han surgido nuevas fases de desarrollo empresarial.
¿Qué es la Industria 5.0?
La idea principal del desarrollo hasta 2016 era automatizar todos los procesos aprovechando al máximo la tecnología para reducir la intervención humana. De este modo, sería posible la estandarización, la velocidad de producción, la calidad continua y la reducción de costes, cumpliendo así la planificación estratégica de las empresas.
Sin embargo, con más estudios y análisis de los factores micro y macroeconómicos, se llegó a la conclusión de que la automatización 100% robótica no sería la mejor de las opciones. Incluso antes de la Logística 5.0, en 2016 apareció en Japón la Industria 5.0, basada en el concepto de Sociedad 5.0, que tiene al ser humano como agente catalizador de las innovaciones y el desarrollo tecnológico.
En esta línea, la Industria 5.0 viene a ser un referente de cómo puede darse la integración del capital humano con la automatización de las máquinas. Esto debe ocurrir de forma continua para que el factor de innovación no se pierda en medio del camino en los procesos ya establecidos y operativos. De este modo, también es posible cumplir con factores como la inclusión y la sostenibilidad, que se han vuelto preponderantes a la hora de contratar un servicio y/o comprar un producto. Por no hablar del factor de calidad de vida cuando se trata de empleados
elegir la empresa en la que trabajar, por ejemplo.
¿Quién es el consumidor 5.0?
En los materiales, estudios, artículos y textos disponibles en Internet, se define al consumidor 5.0 como los jóvenes de la Generación Z y los Millenials. Estos nacieron en un proceso de evolución tecnológica mucho más acentuado y acelerado que la Generación Y, mucho más actualizada y predispuesta a que su relación con las empresas en función de la experiencia, la rapidez y la coherencia del servicio.
Pues bien, Consumo 5.0 está más directamente relacionado con los jóvenes. Sin embargo, con la pandemia de Covid-19 y los consiguientes cierres parciales o totales durante ciertos periodos, con acceso a Internet e “impedidos” de ir de compras, la gente ha empezado a utilizar mucho más el comercio electrónico.
Esta información se ve corroborada por los datos del Departamento de Comercio y Desarrollo de las Naciones Unidas (ONU) que apuntan a un crecimiento del 60% en el comercio electrónico tras el inicio de la pandemia. Así, vemos la necesidad de que el posicionamiento estratégico de la empresa se base en la comprensión del cambio del perfil de consumo en el conjunto de la sociedad. Como el foco del negocio es el cliente y su experiencia, la probabilidad de que coja su smartphone, busque en Google y compruebe otras opciones se convierte en mucho menor, dada la historia y la lealtad que se construye con él.
Entonces, ¿qué sería la Logística 5.0?
En esta nueva fase algunos conceptos ya no se ajustan a la realidad evolutiva-tecnológica y deben actualizarse para centrarse en la experiencia del cliente, como es el caso de la cadena de suministro. Anteriormente su definición era estática y amplia informando que sólo sería: “el conjunto de actividades que implican la producción, el almacenamiento y el transporte de productos o servicios”.
Hoy forma parte del concepto de Logística 5.0 que pone a todos los departamentos internos orientados al servicio del cliente. En otras palabras, esto no se había visto y/o analizado previamente en los diferentes niveles operativos. A partir de aquí, es necesaria una nueva forma de entender, concebir y aplicar los procesos logísticos, surgiendo así la Logística 5.0. Así se construye la Logística 5.0, según Juan Antonio Narco (autor del libro Logística 5.0, 2021): Nos damos cuenta entonces de que la cadena de valor de la Logística 5.0 está formada por dos fases previas:
– Colaboración: visibilidad, conectividad y previsibilidad;
– Dinámica y ágil: transformación digital y talento humano.
En estas fases, se realiza un mapeo completo del escenario para identificar las necesidades y necesidades y comportamientos y permiten la formación y generación de valor y experiencia del cliente. Después de la fase inicial está la fase posterior, que serían las entregas de la cadena de valor 5.0. Porque toda la concepción del producto y/o servicio tiene que producirse, entregarse al cliente y, sobre todo, generar beneficios. Con esto tenemos:
– La contratación: Logística de suministro, planta y distribución;
– Demanda: Marketing, ventas, servicio e inventario.
Principales tendencias de la logística 5.0
Las principales tendencias se refieren a la innovación en el ámbito de la tecnología y, en consecuencia, al cambio de la cultura organizativa alineada con los patrones de consumo. Así, aparecen y se desarrollan tecnologías como el Internet de las Cosas (IOT), la Inteligencia Artificial (AI) y el Big Data que hacen la mezcla humano-tecnológica.
Esta necesidad se corrobora cuando Luis Eduardo Ribeiro señala como una de las tendencias para la Logística en 2022 “la duplicación de la inversión en tecnología, gestión de riesgos y automatización para obtener datos fiables.” Porque, según él, “todo esto lleva a la búsqueda de las herramientas más fiables de planificación y previsión de la demanda para mejorar significativamente la visibilidad y, por tanto, ser mucho más receptivos en tiempo rápido a las principales interrupciones y a la variabilidad de sus cadenas de suministro nacionales, regionales y mundiales”.
Tecnología en la logística internacional
En un primer momento la implantación de la tecnología tiene como objetivo automatizar y estandarizar acciones que antes se hacían manualmente. Todo con el claro objetivo de ganar eficiencia y asertividad evitando errores y problemas técnicos que generen retrasos en el flujo del proceso. De esta digitalización obtenemos la ventaja de almacenar datos históricos. En otras palabras, es posible generar las más variadas estadísticas que pueden basarse en análisis pasados, así como proyectar el futuro.
Con ello, se puede trabajar de forma más analítica, generando posibilidades de ahorro, así como descubriendo y generando oportunidades para las empresas.
Impactos de la logística 5.0 en los próximos años
La logística desempeña un importante papel estratégico en el desarrollo y el crecimiento económico de los países, ya que a través de ella se satisfacen las necesidades de la cadena de producción y de los clientes, ya sea con
– la adquisición de materias primas
– el comercio exterior; y/o
– la distribución y/o el movimiento de los productos.
Así, la Logística 5.0 se presenta como una solución para hacer
procesos competitivos. Ya sea con la reducción de costes, la integración o el aumento de la eficiencia operativa.
Por ello, ante el escenario volátil y ágil en el que estamos insertos, es necesario prestar atención a la planificación estratégica para realizar una adecuación de equipos, sistemas y personas capacitadas. Si no se toman estas medidas, los procesos quedarán obsoletos, lo que generará un impacto que puede provocar el cierre de la empresa en un futuro próximo.
Este éxito operativo en los próximos años sólo será posible si hoy se identifican de forma asertiva las necesidades de inversión que hay que realizar. Como hemos visto anteriormente, el consumidor busca la experiencia.
Cuando no es atendido, hace su crítica y/o queja en Internet, lo que puede influir en muchos consumidores, actuales o posibles.
Para ilustrar lo dicho anteriormente sobre la adaptación para la supervivencia, es interesante citar el ejemplo de Kodak, que en un momento dado tuvo el 80% del mercado mundial de cámaras y películas, no se adaptó a la tecnología de la digitalización y hoy es recordada de forma nostálgica.
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